En muchas ocasiones vemos como las grandes empresas, a pesar de sus esfuerzos por mantenerse
vigentes, están teniendo retos importantes para enfrentar mejor y más rápido los desafíos que les
plantea la innovación, los cambios de mercado y la aparición de nuevas tecnologías. Por otro
lado, cada vez escuchamos con más frecuencia que surgen nuevos emprendimientos y empresas
que de manera ágil y sin grandes estructuras, están aprovechando la tecnología para solucionar
estos problemas, aprovechar los cambios y las nuevas oportunidades de mercado.
En el mundo, cada vez hay más grandes empresas que trabajan con “start-ups” para enfrentar
mejor y más rápido los desafíos que les plantea la innovación. Una forma de desarrollar este
relacionamiento es lo que se conoce como “Corporate Venturing” o “Corporate Venture Capital”,
que plantea un mecanismo “híbrido “en el que se combinan las ventajas de contar con el respaldo
de una gran empresa, y la innovación y motivación que trae consigo una start-up.
En términos simples, el emprendimiento corporativo o Corporate Venturing típicamente involucra
un mecanismo de financiación, incluyendo (pero sin limitarse a) un fondo de capital, una
aceleradora, inversión directa por proyecto, entre otros; donde por lo general se incluye una
inversión financiera de una compañía grande (corporativo) que toma participación en start-ups (o
compañías más pequeñas).
La lógica detrás de estas inversiones va en doble vía, por un lado, para las start-ups, recibir
recursos de un corporativo, va más allá de los recursos económicos, pues se espera que todo lo
que puede aportar el corporativo en términos de capacidades, relacionamiento comercial,
procesos, conocimiento, etc., le ayude a la start-up a llevar la empresa a otro nivel y acelerar su
crecimiento. Por otro lado, la lógica desde el corporativo, es que al invertir en startups, está
incorporando unas capacidades que son difíciles de desarrollar en un ambiente Corporativo, que
por lo general es lento, robusto, jerárquico, y que presenta muchos anti-cuerpos para incorporar
las innovaciones que surgen de las startups; adicionalmente si la startup logra desatar todo su
potencial, el corporativo como socio participará de los retornos financieros que de aquí se deriven
o podrá tener preferencia si decide incorporar la startup dentro de su negocio “tradicional”.
¿Qué está pasando en Colombia?
Específicamente en Colombia, la industria de Venture Capital (Capital de Riesgo) se viene
desarrollando con los programas que están incorporando las grandes empresas, donde se pueden
destacar las iniciativas que han desarrollado empresas como Grupo EPM, Grupo Argos, Grupo
Nutresa, Grupo Sura, Grupo Santo Domingo, Telefónica y otros más. Por ejemplo, finalizando el
año 2019, Ruta N y Flink desarrollaron un programa con 13 grandes corporativos de Medellín y
que están explorando mecanismos para crear o expandir sus estrategias de Corporate Venture
Capital, pues en sus modelos de negocio están experimentando como se ha acelerado el proceso
de innovación tecnológica, y nadie quiere perder la carrera ni verse amenazado por los cambios.
Dentro de las empresas participantes se destaca la participación del Grupo Réditos, que visualiza
este mecanismo como una herramienta más dentro de la estrategia corporativa para hacerle
frente a los retos de innovación que plantea las nuevas dinámicas.